Los rituales de despedida

Algo que olvidamos con frecuencia es cerrar los caminos que no podemos seguir caminando, quedan inconclusos, abruptamente cortados quizás por los demás, que ya no quieren ni vernos o no pueden. La nostalgia de lo que pudo ser y no es nos arrastra por años de tristeza y añoranza. A veces, una pequeña ceremonia del "adiós" nos permite cortar con la querencia, y nos deja al fin avanzar.

En la vida quizás todo es temporal, por mortal, creo que religiosos o no, deberíamos de encontrar nuestros propios ritos, señales que marquen la dirección de nuestra vida para mejor.Tan importante es saludar y saber acoger las llegadas cómo saber aceptar y cerrar las despedidas. En tiempos de dualidades extremas, es fácil concluir que "Aferrarse" y "permanecer" es tan importarte como "soltar" y "dejar ir".

Cuando no nos dan tiempo para pronunciar palabras o somos incapaces de hacerlo, cuando los abrazos y los besos ya son imposibles, a no ser que los lancemos al aire, necesitamos encontrar la fórmula de la despedida, que nos devuelva la serenidad.

Flores al mar, barcos de papel con nuestras emociones escritas, velas, caminar el último sendero, subir la última montaña en la que estuvimos, quedarse en silencio contemplando el amanecer.

¿Cuál es tu ritual de despedidas?